Decidimos hacer una excursión para visitar El Cabo de la Vela en la Península de la Guajira que tiene frontera con Venezuela. Este lugar es el extremo más al norte de Sudamérica y tiene unos paisajes espectaculares es un desierto al lado del mar. Salimos muy pronto por la mañana, al as 4:30 desde Taganga donde nos vienen a recoger en 4×4. Son varias horas de camino hasta que llegamos a la frontera de la Guajira donde se ve la Sierra Nevada de Santa MArta
Allí comienza el departamento de la Guajira donde se encuentra la tribu de nativos, llamados los Wayúu, ellos aún tienen su propia lengua
Llegamos a la localidad de Riohacha donde vivió el abuelo de Gabriel Garcia Marquez. Desde allí vamos a Uribia donde visitamos las minas de sal
Esta zona tiene un verdadero carácter de zona fronteriza, se ven unos coches increíbles y nos cuenta el guía que son coches robados de Venezuela que se venden en Colombia por un precio 10 veces menor de lo que costaría en Colombia. La gasolina es mas barata que el agua ya que la manda el vecino Chaves para tener a los indígenas contentos para que sean sus amigos.
Cuando llegamos al desierto sale a nuestro paso niños pidiendo caramelos, una vez más se han creado una especia de monstruos con la gracia de dar cosas a los niños, ahora cada vez que ven un coche se lanzan como animales para ver si les dan algo, y sino les dan se enfadan y golpean el coche después de un viaje de unas 6 horas por fin llegamos al Cabo de la Vela, desde allí subimos a una colina, pero a estos colombianos no les gusta mucho andar así que el guía nos quiere llevar hasta arriba de la colina en el coche
al final le convencemos de que nos dejé abajo así podemos mover un poco las piernas que llevamos todo el día sentados. Podíamos haber intentado hacer esto por nuestra cuenta pero hacen falta varios días porque no hay transporte público. Todavía nos da tiempo de darnos un baño en una de las playas
El paisaje es realmente impresionante, es un desierto super inaccesible y aquí vive esta gente, peleando para conseguir agua y alimentándose de lo que pescan.
Finalmente para acabar el día podemos disfrutar de un atardecer espectacular
Esa noche dormimos en hamacas con una familia Wayúu. Una experiencia.
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